Seguro que muchas veces hemos sido espectadores o sufridores del castigo físico leve. Esta escena se ha perpetuado en nuestra retina cuando traemos a la memoria la educación que hemos recibido desde pequeños en casa. Al cabo del tiempo, la cultura del cachete o la bofetada a tiempo se antoja un tanto antipedagógica y cobra tintes que poco valor terapeútico le otorgan a la labor educadora de los padres. Sin embargo, parece ser que ésta sigue siendo la tónica de algunos padres, que desahogan su impotencia educadora mediante el castigo físico leve. Afortunadamente, hoy sabemos que estos métodos son poco eficaces y que generan más problemas de los que intenta solventar.
Os invito a leer una noticia a este respecto aparecida en el diario El País (17/11/2010) y a continuación relaciono cuáles, según psicólogos, sociólogos, educadores y pedagogos, son las posibles soluciones o alternativas al castigo físico:
Fomentar la autonomía y la agencia del estudiante
Hace 4 semanas
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